Por Patricio Ballesteros Ledesma

La Asociación de Fábricas de Automotores informó que la producción de abril llegó a 42.974 unidades, un volumen que representa una leve caída del 0,4% con relación a marzo, pero que en la comparación interanual representa un desplome del 22,6% en la cantidad de vehículos 0 km terminados.

Tras la paralización de varias plantas en diciembre por las vacaciones, las terminales de General Motors, Volkswagen, Renault y Nissan continuaron con la inactividad total o parcial al iniciar el año ante la incertidumbre que se había planteado con el cambio de Gobierno. 

La caída de las ventas provoca aún cierres intermitentes, reducción de turnos, suspensiones, jubilaciones anticipadas, reducción de salarios y despidos en las plantas fabriles. Según la Unión Obrera Metalúrgica nacional se perdieron 10.000 puestos de trabajo formales en lo que va del año, mientras que peligran otros 50.000, incluidos los del sector automotriz.

En su último informe mensual, ADEFA además detalló que el sector exportó apenas 20.611 unidades en abril, un número 12,2% inferior al registrado el mes previo y 32,9% menor al de igual período del año pasado. La contracción de esta actividad va en línea con la depresión económica en marcha.

Por el lado de ventas mayoristas al mercado interno, las terminales entregaron en abril a la red de concesionarios 22.450 unidades, un volumen 25,6% menor al comercializado el mes anterior y 33,6% inferior al registrado el mismo mes de 2023.

"Como lo veníamos anticipando, en abril las principales variables del sector continuaron mostrando una adecuación a la nueva realidad económica", señaló Martín Zuppi, presidente de la entidad empresaria y CEO de FCA Automóviles Argentina, dueña de Fiat y Chrysler. 

Y en referencia a algunos beneficios para el sector lanzados el 26 de abril pasado desde el Ministerio de Economía, el ejecutivo expresó que están “muy conformes con las medidas promovidas por el Gobierno para mejorar la competitividad exportadora del sector y reducir el costo de las inversiones”.

Se refiere en concreto a los anuncios de que se permitirá a los proveedores vender partes a las terminales sin aranceles e impuestos, y que serán rebajados los aranceles a matrices y moldes, bienes de capital utilizados por las automotrices y otros sectores. 

En particular, los aranceles de moldes de metal usados por la industria automotriz pasarán del 35% al 12,6%, mientras que los moldes de inyección plástica pasarán del 24% al 12,6%. Además, como ya se había establecido desde el año 2021, que las ventas externas incrementales frente al nivel facturado en 2020 no pagarán derechos de exportación.

A su entender, “son fundamentales teniendo en cuenta el perfil productivo exportador de la industria y la importancia de captar nuevos proyectos en un contexto de alta competencia con otros países de la región”, sin embargo advirtió: “tenemos que seguir trabajando en la misma dirección para reactivar el mercado interno".

El paquete de medidas anunciado por Economía había sido negociado con las terminales, con el objetivo de mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento del sector automotriz, uno de los más importantes del país con el 10% de la producción industrial total, montos de exportación cercanos a los US$9.000 millones y más de 75.000 empleos calificados directos.

Como resumen de la evolución en lo que va de 2024, comparado con igual lapso del año pasado, en el primer cuatrimestre la producción de vehículos cayó el 22,6%, las ventas mayoristas un 15,7% y las exportaciones el 18%. Aún con una baja relativa de la inflación, tras el pico post devaluación, la recesión impuesta por las medidas oficiales tuvo un impactó pleno en la industria. 

Hay un dato aún más contundente sobre la contracción que se planteó desde el cambio de Gobierno nacional, y es que en abril cayó un 52,6% en forma interanual la comercialización a concesionarios de las unidades de fabricación local, de 23.473 a 11.120. 

Por lo tanto, en los primeros cuatro meses de 2024 la venta mayorista de vehículos de fabricación nacional cayó el 40,2% comparada con igual período del año pasado (49.513 versus 82.771 unidades).

Como la inflación local se comió la mayor parte de la apreciación del 118% del tipo de cambio oficial del dólar dispuesta el 13 de diciembre, ahora la Argentina está cara en dólares y perdió competitividad para sus productos a nivel regional. 

Por eso no resulta extraño que el principal mercado importador de vehículos locales, con casi el 70% de la demanda externa de unidades nuevas, se haya retraído. Y algo similar ocurre con otros países vecinos, cuya participación en el total es muy inferior pero donde la caída en unidades fue incluso superior.

La exportación de automóviles y vehículos comerciales livianos a Brasil entre enero y abril cayó en 3.032 unidades en la comparación interanual, de 5.319 a Colombia, de 4.965 a Chile, de 3.778 a Perú. Hasta diciembre cruzaban las fronteras desde los países vecinos a comprar repuestos, neumáticos y hasta combustible argentino, ahora ocurre a la inversa.